

Los israelíes despiertan entre los escombros tras los ataques con misiles iraníes
De buena mañana, decenas de rescatistas israelíes inspeccionan una larga avenida, devastada, en un barrio acomodado del norte de Tel Aviv, abriéndose paso entre casas y edificios totalmente destrozados y un árbol arrancado de raíz.
Tras los bombardeos estadounidenses de la madrugada del domingo contra instalaciones clave del programa nuclear iraní, Teherán disparó dos tandas de misiles contra Israel, donde las alarmas resonaron en el norte y el centro del país hacia las 07H30 (04H30 GMT).
En cuanto la alerta se desactivó, los vecinos de Ramat Aviv salieron al exterior.
Un hombre y una mujer lloran abrazados, en medio de un panorama desolador lleno de escombros.
"Algunas casas han sido golpeadas muy muy gravemente. Afortunadamente, una de ellas iba a ser demolida, por lo que no había nadie dentro. Los que se encontraban en el refugio están todos sanos y salvos. Los daños materiales son muy importantes, pero en términos de vidas humanas, todo va bien", explica a la AFP Ron Huldai, alcalde de Tel Aviv, al llegar al lugar.
"Nuestra casa quedó destruida, no queda nada", confirma Aviad Chernichovsky, un lugareño que salió de su vivienda a toda prisa para protegerse en un refugio público.
Los socorristas atienden a varios ancianos, evacuados en sillas y camas. Una mujer, con heridas en la cara, parece preocupada mientras los rescatistas la apartan de la zona impactada.
El Magen David Adom, el equivalente de la Cruz Roja en Israel, evacuó a al menos siete personas, según uno de sus miembros.
- ¿Una falla? -
En Ness Ziona, al sur de la metrópolis costera, hay un ir y venir de grúas que van sacando autos fuertemente dañados y grandes ramas de árboles que cayeron al suelo.
Aquí, los daños se concentran en un barrio residencial donde las techumbres se quedaron sin tejas. Varios habitantes abandonan la zona cargando maletas, mientras los rescatistas continúan buscando eventuales desaparecidos entre los escombros.
Desde que empezó la guerra entre Irán e Israel hace diez días, la gente ha tenido tiempo de acostumbrarse a ver a los socorristas, equipados con cascos fluorescentes, entre las ruinas dejadas por los misiles.
Sin embargo, el alcance de los daños no deja de impactar a la población, puesto que Israel cuenta con un sistema de defensa aérea que, en general, intercepta la mayoría de los proyectiles disparados contra el país.
En Haifa, una gran ciudad portuaria del norte de Israel, las palmeras del pequeño jardín público que ocuparon policías y rescatistas para ayudar a la población, resistieron. Aquí, un proyectil fue derribado pero las sirenas no sonaron, y las autoridades intentan averiguar qué ocurrió.
"Se está estudiando la posibilidad de que haya habido una falla con el interceptor" del sistema de defensa aérea, explica un portavoz del ejército.
El perjuicio en la zona es visible: hay tiendas con las persianas abolladas, escaparates rotos y aparatos de aire acondicionado colgando de fachadas.
Un hombre sin camiseta habla con los socorristas. Tampoco faltan los mirones que se acercan al cordón de seguridad rojo y blanco. Todo el mundo parece preguntarse qué ha podido pasar.
I.Hoshan--al-Hayat