La Cámara de Representantes vota el fin del cierre gubernamental más largo de la historia de EEUU
El cierre gubernamental más largo de la historia de Estados Unidos se encaminaba este miércoles a una votación decisiva en la Cámara de Representantes, mientras el presidente Donald Trump declaraba victoria ante una oposición demócrata frustrada y dividida.
Los republicanos tienen una mayoría muy ajustada en el Congreso, pero el partido ha mostrado hasta ahora disciplina de voto en ambas cámaras. Los demócratas en cambio parecen divididos entre un liderazgo que quiere mantener el pulso con el gobierno, y ciertos legisladores moderados que ya han roto filas y han pactado bajo ciertas condiciones.
- El debate sanitario -
Tras seis semanas de bloqueo, el Senado votó el lunes a favor de acabar con el cierre, gracias a la participación de ocho demócratas y la oposición de un solo republicano.
Los esfuerzos titánicos de los demócratas para intentar reabrir toda la gran discusión sobre los subsidios para la cobertura sanitaria acabaron frustrados.
El Senado votó por reenviar a la Cámara de Representantes un texto que no compromete a nada en ese frente.
Los republicanos se limitaron a prometer un debate separado, a corto plazo, sobre las ayudas a millones de estadounidenses para pagar su cobertura sanitaria.
El comité de Reglas de la Cámara de Representantes anunció el miércoles que ya aprobó por ocho votos a favor y cuatro en contra la ley para reabrir el gobierno, lo que indica que su aprobación definitiva es probable en el pleno.
"Volveremos a abrir nuestro país, que nunca debería haber cerrado", celebró el presidente Donald Trump.
Sus aliados en el Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson y el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, demostraron temple a lo largo de semanas de enorme presión, que incluyeron cancelaciones de vuelos en todo el país por la falta de controladores aéreos, que no cobraron sueldo durante casi dos meses.
Trump aseguró que la Cámara está lista para prolongar el gasto público hasta enero. "Solo aquellos que odian a nuestro país quieren verlo cerrado", declaró a la emisora ESPN.
- El nerviosismo de los demócratas -
El líder de la minoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, votó en contra de la reapertura, y la misma actitud mantenía este miércoles el jefe de la bancada de los representantes, Hakeem Jeffries.
"La atención médica de la gente en este país está a punto de volverse impagable" clamó Jeffries.
La polémica yace en el denominado Obamacare, la reforma sanitaria aprobada durante la presidencia demócrata de Barack Obama, que suponía un primer intento de introducir una cobertura sanitaria pública universal en todo el país.
Ante la crisis de la pandemia del coronavirus, el demócrata Joe Biden extendió en 2022 una serie de subsidios para ayudar a millones de estadounidenses a pagar esa cobertura.
Esas ayudas vencen a finales de año, con lo cual las pólizas pueden subir de forma considerable.
Los republicanos aducen que esos subsidios solo deberían ayudar a las clases más desprotegidas, y no extenderse de forma indiscriminada.
Durante los agrios debates en torno al cierre gubernamental, los republicanos acusaron también a los demócratas de querer beneficiar a millones de inmigrantes indocumentados con esos subsidios.
Los sondeos demostraron que la mayoría de la población achacaba a Trump y los republicanos la responsabilidad del cierre, puesto que dominan la Casa Blanca y el Congreso.
Pero su unidad se mantuvo casi sin fisuras, mientras que el enojo crecía en la opinión pública.
El nerviosismo acabó pesando más en las filas demócratas, que hace tan sólo una semana celebraban una serie de victorias en sus feudos electorales, incluida la elección de un alcalde que se autodeclara socialista en Nueva York.
El relevo generacional se acelera en ese partido. La veterana líder en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció su retirada la semana pasada, y Schumer aparece cada vez más cuestionado en el Senado.
C.Khalifa--al-Hayat